Iba a escribir sobre cosas bonitas, en verdad lo intento, se suponía que te comencé a escribir para narrarte todo lo genial que pasaba en mi vida, pero todo lo que puedo hacer es desahogarme y lanzar más mierda al mundo. Que idiota.

Lo diré rápido. Sé que ha muchos les ha pasado, eso de no sentirse identificado, de no sentir que pertenecen a algún lugar, hace unos días me quede dormida con los audífonos puestos, y mi mamá se enojo, le dije que ya sabia que no lo tenía que hacer.

     —¿Entonces por qué lo haces?

     Y se fue. Enojada, enojada conmigo, sé que posiblemente no quería estarlo, a veces es rara, pero así lo sentí yo, como si se sintiera decepcionada. Había tantas cosas que quería decirle en ese momento.

      —Lo intento, ¿vale? Sé que posiblemente no soy la hija que pensabas que sería, sé que posiblemente te he decepcionado, y que a veces lloras por mi culpa, sé que todo lo que haces lo haces por nosotras, sé que a veces te fastidió, y sé que a veces puedo resultar un estorbo, y sé que nunca lo dirás por qué en el momento en que lo tengas que decir ya no lo vas a sentir, sé que hay momentos en los que creías que estaba en problemas, sé que a veces no te contestaba las llamadas, sé que a veces no te mostraba lo mucho que te amo, sé que a veces te enojas conmigo y te quieres desquitar con todos, sé que a veces peleas con papá, sé que a veces quieres que el mundo avance sin ti, se que  a veces te arrepientes por muchas cosas, sé que eres débil, y sé que eres la persona más fuerte del planeta, sé que no me quieres dejar, pero tienes que hacerlo y vivir con ello, lo sé por qué hablamos de vez en cuando y terminamos llorando como estupidas, y lo odio, lo odio tanto, y se forma un nudo en la garganta, y no quiero que hagas nada, solo quiero que me demuestres cuánto me amas escuchándome, hablando conmigo, ayudando a quitarme todas las dudas que tengo dentro de mi, quiero que juegues juegos de mesa con migo y con papá y hermana, quiero que estés ahí cuando te necesite, y que me des mi espacio, y que no invadas mi privacidad, y que con eso te baste para saber que yo sé que tú me amas, y ya. No pido nada más. No me importa si no me cocinas o si no planchas la ropa, o si no barres la casa, o si no vas a trabajar, aún que sea por un día quiero estar contigo por qué sé que muchas veces no te he dejado pasar momentos conmigo por la única razón de que no sabía qué hacer, y tenía miedo, mucho miedo.