Silencio sábado, 2 de enero de 2016
Historias encerradas.
Levanta los brazos.
Alto. Alto. Mas alto.
Respira hondo que se va, escucha lo que no puede ser escuchado.
Inhala. Exhala.
¡Ahí está!
El silencio, tocando esa hermosa melodía que profiere por las mañanas. El silencio, derritiéndose en el interior de aquella corteza de árbol, el silencio bailando al son de la canción del aire, el silencio mirándote desde la rendija de tu armario entre abierto desde la oscuridad.
¿Lo hueles?
Huele a todas las flores del mundo. Al frío de la mañana. Huele a la casa de tu niñez. Huele a tu primer beso. Huele a la fotografía que tienes colgada en la pared.
Huele a los extrañados brazos de un ser querido, huele a misterio, huele a recuerdos.
El silencio. Que cosa mas bonita. Que cosa mas aterradora.
El silencio tiene alma y te escucha, escucha cuando lo llamas, escucha cuando pides su abrazo y te envuelve con sus gélidas manos, el silencio se ríe con tus estupideces y el silencio llora contigo. Esta ahí como si no hubiera nada y seguirá ahí incluso cuando cierres los ojos y te abandones a ese sueño eterno tan anhelado.