Psico sábado, 2 de enero de 2016
Ya tengo que regresar al psicólogo.
Me di cuenta que tengo muchas cosas que platicar.
Hay veces en las que pienso...no se, en lo que sea.
Me di cuenta de que he vivido de mucho en muy pocas semanas.
La relatividad del tiempo.
Puede haber días en los que pase de todo y semanas enteras sin que nada nuevo ocurra.
Dos horas pueden llegar a ser una eternidad.
Una eternidad tan corta.
Que paradoja.
O puede que dos horas sean extremadamente larga.
Y aquella tarde tan maravillosa sea terriblemente corta.
Los mejores momentos están divididos en pequeños instantes de vida.
Vida pura y real.
Ese tipo de vida que sentimos en lo mas profundo del alma.
Los malos momentos también están llenos de vida.
La muerte esta llena de vida,
Ese momento, ese instante, ese pequeño chispazo.
La muerte da vida y la vida da muerte.
Es tan obvio que me da risa.
A veces antes de dormir pienso en cosas,
¿Y quien no?
Me da risa, risa, risa, risa.
Soy idiota.
A veces pienso que hay dos personas viviendo en mi interior,
Tan diferentes y completamente iguales.
Como cuando piensas "Creo en Dios" y te ríes de ti misma.
O como cuando piensas "Soy una gran escritora" y por otra parte estas como "Esto es mierda de la mas jodida"
No se.
Mi psicóloga me preguntaba que miedos tenía.
Pensé.
Cuando no quiero pensar en algo mi mente se va a otras partes
"¿A que le tengo miedo?"
"Quiero un helado de chocolate..."
Ese tipo de cosas.
Le tengo miedo al abandono.
Al sufrimiento.
A la caída.
Esos son los mas fuertes, también tengo otros miedos que me llenan con una extraña emoción.