2015 sábado, 2 de enero de 2016
Hace mucho que te lo quería contar, mi vida nunca es increíble, pero esos momentos que son asombrosos los guardo muy bien en el corazón.
Tengo 17 años, no se puede sacar mucho de eso. Hoy me salte la barda de la escuela, incluso cuando prometí que iba a ser una alumna ejemplar, pero sabes una cosa, cariño, hay veces en la vida en que lo mas estupido puede ser lo mas estupido, pero al mismo tiempo hacerte sentir un poquito inmortal.
En fin, que fue una estupides, aun que parecía sencillo al principio la caída de la barda al suelo de la calle era mínimamente de tres metros, ¿cuando iba yo a saltar tres jodidos metros?
Pero al final las cosas salieron bien, un chico nos ayudo a bajar. Después de darle las gracias salimos corriendo de ahí, acompañe a una de mis amigas, y ya, el momento había desaparecido.
En fin, espero que esto no esté lleno de estupideces que todos sabemos que las estupideces siempre terminan mal y no quiero terminar escribiendo en una puta cama de hospital.