Muerte sábado, 2 de enero de 2016
Una compañera mía recibió una llamada.
Alguien esta muerto. Alguien que no conocí muy bien pero que las pocas veces que trate con ella supe que era como una bendición de los cielos, una persona que se merecía lo mejor en la vida a pesar de tener tan poco. Conocí más a su hija, ¿puedes creerlo? Ahora hay otra chica sin madre, cuando me entere de la noticia no sabia que hacer, ¿llorar? No me salió ninguna lagrima, no sonreí nerviosamente, nada. Me limité a decir un simple "hay, no."
Si.
¿Cómo? Estábamos jugando, no sabia que hacer, seguí jugando con mis amigas, compañeras, lo que sea, hubo un momento en el que me empece a reír como estupida pero inmediatamente pare, trague saliva, había estado a punto de llorar.
Esta vez, la risa me sirvió de llanto.
No se que hacer, le tengo que decir a mis papás y a mi hermana ya que a los tres les caía muy bien aquella mujer, ¡y a quien no!
Cariño, no se que hacer.